¿Por qué el sacrificio sigue siendo el protagonista de nuestra vida?

A lo largo de la historia, las religiones siempre nos han presentado el sacrificio como algo positivo y preparatorio de un resultado: por ejemplo, Jesús sacrificó su vida en medio de atroces sufrimientos para liberar a los seres humanos, un sufrimiento que conducía, de hecho, a algo positivo.

Desde pequeños, por tanto, crecemos con programas que están enraizados en el inconsciente y que nos hablan de sacrificio: la vida es sacrificio; el trabajo es sacrificio; para seguir hay que hacer sacrificios, etc.

¿Quién de niño no ha escuchado estas frases pronunciadas por padres, abuelos o adultos en general?

Como sabemos, la historia siempre se repite (y, en este período histórico, lo vemos más que nunca), pero el hecho de que se repita no quiere decir que sea correcta o correcta o que sea la mejor manera de proceder en la vida. .

Entonces, quiero intentar ofrecerles una pequeña provocación.

¿Qué pasa si el sacrificio ya no es necesario? ¿Y si ni siquiera fuera necesario que volviéramos a vivir las mismas situaciones que nuestros antepasados? ¿Y si la vida pudiera fluir sin demasiados «sacrificios»? ¿Alguna vez has pensado en ello? Estoy seguro de que la sola idea causa cierta incomodidad: «¿Quién soy yo para no sacrificarme como todos lo han hecho siempre antes que yo?».

Pues bien, si suspendemos por un momento los legados del pasado o los del árbol genealógico y empezamos a crear nuevos pensamientos (porque los del sacrificio son todos viejos pensamientos, de otros, no nuestros, y por lo tanto esencialmente incapaces de generar belleza), entonces finalmente podríamos percibir un nuevo e interesante punto de vista.

A lo largo de los milenios, el hombre ha evolucionado desde todos los puntos de vista: físico, mental y espiritual (o, al menos, nos gusta creerlo…).

Entonces, podríamos estar autorizados a pensar que para el hombre primitivo la enseñanza pasaba por la fuerza y ​​el miedo, simplemente porque estaba acostumbrado a eso, es decir, sólo eso entendía. Cuando los tiempos maduraron, el maestro Jesús apareció en la Tierra para explicarnos a todos que el conocimiento ya no tenía que pasar por el sufrimiento, el sacrificio o el miedo, sino por el Amor.

Desafortunadamente, como nos enseña su muerte, la enseñanza no fue inmediatamente comprendida por todos, pero hoy sus palabras resuenan en todas partes y nos muestran cómo el sacrificio, tal como se entendía una vez (a nivel chamánico, incluso con la pérdida de partes del cuerpo) ya no es necesario. De hecho, ambos obsoletos y un obstáculo para la evolución.

El conocimiento, hoy, debe pasar por el Amor, la Paz, la Concordia; debe ser algo compartido y especial para ser difundido en todas partes.

Los tiempos están cambiando, están madurando y el abismo que estamos cruzando es el que nos conducirá a la luz. Ahora es el momento del cambio, del conocimiento sin resistencias y de abandonar la idea de que el sacrificio es necesario para evolucionar.

Lo sé, no es fácil erradicar creencias sembradas en la infancia (o provenientes del árbol genealógico o de vidas pasadas), pero elThetaHealing® puede hacerlo. El ThetaHealing® puede ayudarte a cambiar las creencias inconscientes que te llevan a pensar que todo debe pasar por el sacrificio, enseñándote que aprender a través del Amor es otra cosa.

El cambio se está produciendo y dejarse llevar por él sin resistir es el camino principal para renacer.

Si deseas entender cómo llevar esta revolución a tu vida, no dudes en contactarme y estaré encantada de hablar contigo al respecto.

Gabriele

Beyond Yourself!

 

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